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¿Has escuchado hablar de los nuevos medicamentos inyectables para perder peso? En este episodio de mi podcast Mi Modo de Vida, quiero explicarte en detalle cómo funcionan y qué debes tener en cuenta antes de plantearte su uso. Vamos a hablar no solo de sus ventajas, sino también de aspectos menos visibles que suelen pasar desapercibidos.
Los nuevos medicamentos para adelgazar: ¿Qué debes saber antes de usarlos?
En los últimos años, han surgido medicamentos innovadores para tratar la obesidad, y es posible que ya hayas oído hablar de ellos. Prometen resultados increíbles, como perder hasta un 15-18% de tu peso corporal. Sin embargo, como todo en la vida, tienen su lado bueno y también su lado no tan bueno. Hoy quiero hablarte de esos aspectos menos visibles, pero importantes, para que tomes decisiones con toda la información en la mano si te los recetan.
¿Qué son estos medicamentos y cómo funcionan?
Antes de entrar en materia, un breve resumen. Estos fármacos, como semaglutida y tirzepatida, funcionan regulando tu apetito y haciendo que te sientas lleno más rápidamente. Además, afectan a los niveles de insulina y glucosa en sangre, ayudando no solo a perder peso, sino también a mejorar marcadores metabólicos.
Pero has de saber que aunque pueden ser una herramienta valiosa, no son una solución mágica. La pérdida de peso no viene sin esfuerzo, y es importante conocer las posibles dificultades que podrían surgir en el camino.
La Obesidad: Una Condición Compleja
Antes de adentrarnos en los medicamentos, también quiero que comprendas algo esencial: la obesidad no es simplemente el resultado de comer mucho o moverse poco. Es una condición compleja que involucra múltiples factores, como:
- El ambiente sociocultural (la disponibilidad de alimentos y nuestras elecciones alimenticias).
- La microbiota intestinal, que afecta directamente a cómo procesamos los alimentos.
- La conducta y los sistemas de recompensa de nuestro cerebro, que influyen en nuestra relación con la comida.
- Las hormonas, el estrés y la genética.
Quiero destacar especialmente este último punto: la genética explica más del 74% de la variación de peso entre personas. Esto significa que el peso está parcialmente determinado desde el momento en que nacemos. Pero no te desanimes, porque esto no significa que debas rendirte. Existen muchas formas de optimizar tu cuerpo, incluso si la genética no juega a tu favor.
¿Qué Puedes Hacer si la Genética Influye negativamente en Tu Peso?
Aunque no podemos cambiar nuestros genes, sí podemos trabajar en otros factores que están bajo nuestro control:
- Optimizar la microbiota intestinal.
- Adoptar hábitos alimenticios saludables, con la ayuda de nutricionistas.
- Gestionar la neuroconducta, con apoyo de psicólogos o psiquiatras.
- Ajustar el ambiente alimentario para evitar tentaciones innecesarias.
- Mejorar la actividad hormonal mediante intervenciones médicas si es necesario.
Todo esto puede marcar una gran diferencia, incluso si no todos logramos los mismos resultados. Lo importante es que corras tu propia carrera y celebres tus logros, por pequeños que parezcan.
Nuevos Fármacos para Combatir la Obesidad
Y ahora que he aclarado algunas cosas que creo que era imprescindible saber y en este contexto, sí puedo decir que los medicamentos inyectables para perder peso, como los análogos de las hormonas GLP1 y GIP, han revolucionado la manera de abordar el tratamiento de la obesidad. Pero ¿cómo funcionan exactamente?
¿Qué Hacen Estos Fármacos? La semaglutida o la tirzepatida
Los análogos de GLP1 y GIP imitan las acciones de dos hormonas naturales que producimos después de comer. Estas hormonas desempeñan un papel clave en la regulación del hambre y el metabolismo:
- Mejoran la sensibilidad a la insulina, lo que favorece un mejor metabolismo de los carbohidratos y las grasas.
- Retrasan el vaciamiento gástrico, haciendo que te sientas saciado/a durante más tiempo.
- Actúan sobre el cerebro, a través del nervio vago, estimulando los centros de saciedad y reduciendo la preferencia por alimentos ricos en grasas.
Lo interesante de estos medicamentos es que han sido diseñados para evitar una de las principales limitaciones de las hormonas naturales: su corta vida media. Quiero decir con esto que nos podemos preguntar que si estas hormonas son tan maravillosas, por qué no nos las dan como complemento y aunque puede que fuese posible, el problema está en la rapidez en que las hormonas GLP1 y GIP se vuelven inactivas.
Así que, los fármacos inyectables de los que voy a hablar, son versiones modificadas que permanecen activas en el organismo durante más tiempo, asegurando un efecto duradero.
Ventajas de los Fármacos Inyectables
Si estás buscando una herramienta adicional para alcanzar tus objetivos de pérdida de peso, estos medicamentos, semaglutida o la tirzepatida, pueden ofrecerte beneficios significativos:
- Mejoran el control del apetito. Al sentirte más lleno/a, es más fácil reducir el consumo de alimentos.
- Favorecen la regulación del azúcar en sangre. Esto es especialmente útil si tienes resistencia a la insulina o prediabetes.
- Reducen el apetito por alimentos ricos en grasas. Esto puede ayudarte a hacer elecciones alimenticias más saludables.
- Aumentan la saciedad. Gracias a un vaciamiento gástrico más lento, comerás menos de manera natural.
- Apoyo metabólico integral. Mejoran no solo el metabolismo de carbohidratos, sino también el de grasas y proteínas.
Aspectos a Tener en Cuenta
Sin embargo, estos medicamentos no son una solución mágica. Aquí hay algunas cosas que debes considerar:
- Resultados variables. No todas las personas responden igual. Factores como la genética, la microbiota y la conducta influyen en los resultados.
- No reemplazan el estilo de vida saludable. Estos fármacos funcionan mejor cuando se combinan con una alimentación adecuada, actividad física y apoyo psicológico.
- Posibles efectos secundarios. Como cualquier medicamento, pueden tener inconvenientes que deben evaluarse con tu médico.
Efectos adversos de los medicamentos para adelgazar
Quiero ser completamente transparente contigo: estos fármacos, (como la semaglutida o la tirzepatida,) pueden tener efectos adversos, y su intensidad varía de persona a persona. Para algunas personas, los beneficios pueden superar con creces estos inconvenientes, especialmente si tienen un sobrepeso severo que afecta gravemente su calidad de vida. Para otras, los efectos secundarios pueden ser más difíciles de manejar.
Efectos secundarios más comunes
Entre los efectos adversos más habituales encontramos:
- Náuseas y vómitos: Aproximadamente el 50% de las personas que usan semaglutida experimentan estos síntomas. En algunos casos, la pérdida de peso ocurre porque las náuseas y los vómitos hacen que comas mucho menos.
- Diarrea y estreñimiento: Estos síntomas alternan en cerca del 30% de los casos.
- Reflujo y dolor de cabeza: Presentes en el 15% de los pacientes.
- Alopecia (caída del cabello): Entre el 5 y 8% de las personas pueden experimentar pérdida de cabello, aunque no directamente por el medicamento, sino por la falta de nutrientes esenciales causada por una ingesta muy reducida de alimentos.
- Otros efectos menos frecuentes: Aumento de la frecuencia cardíaca y, en casos raros (3%), parálisis intestinal.
Estos efectos secundarios, aunque incómodos, pueden ser manejables en algunos casos con estrategias específicas que te ayudarán a reducir su impacto.
¿Qué pasa si dejo de tomar el medicamento?
Aquí viene una pregunta clave: «Si ya he perdido peso, ¿puedo dejar el medicamento?» La respuesta no es sencilla.
Recuperación del peso perdido
Los estudios indican que, en la mayoría de los casos, el peso perdido se recupera progresivamente tras dejar el tratamiento. Por ejemplo:
- Si pierdes 22 kg, es probable que recuperes casi todo ese peso en el transcurso de un año.
- Si pierdes más peso (por ejemplo, 58 kg), podrías mantener 5-6 kg menos que al inicio, pero aún así la mayor parte del peso perdido regresará.
Además, no solo vuelve el peso, sino que también desaparecen muchos de los beneficios metabólicos:
- Desaparecen las mejoras en el colesterol y la sensibilidad a la insulina.
- y desaparece la reducción de la diabetes tipo 2.
Es decir, si no acompañas el tratamiento con cambios radicales en tu estilo de vida, como una alimentación saludable, ejercicio regular y manejo del estrés, el esfuerzo puede volverse temporal.
Si prefieres no recurrir a estos fármacos, además de mejorar los hábitos saludables como medida de acción, hay suplementos naturales que pueden ayudar a controlar el apetito y mejorar el metabolismo, como el extracto de azafrán, el glucomanano, la berberina o el té verde, que también pueden ser aliados en tu proceso de pérdida de peso de una forma más natural.
En definitiva, no existen soluciones únicas ni rápidas para perder peso de manera saludable. Es un proceso que requiere disciplina, comprensión y, sobre todo, cuidar nuestro cuerpo para que no se vea comprometida nuestra salud a largo plazo.
¿Por qué es clave cambiar tu estilo de vida?
Piensa en estos medicamentos como un comodín. Te pueden dar un empujón inicial, pero después tú serás quien deba mantener los resultados con hábitos saludables. Durante el tratamiento, aprovecha para:
- Mejorar tu dieta: Aprende a comer de forma equilibrada y adecuada a tus necesidades.
- Hacer ejercicio: Incrementa tu actividad física de manera gradual.
- Adquirir disciplina: Una vez dejes el fármaco, será tu constancia la que marque la diferencia.
Sin estas acciones, los resultados probablemente no se mantendrán en el tiempo.
En este blog tienes disponibles un montón de artículos con recetas sencillas y saludables y vídeos de youtube gratuitos para hacer ejercicio en casa.
¿Vale la pena tomar estos medicamentos para adelgazar?
La semaglutida o la tirzepatida, pueden ser una herramienta valiosa si los usas con responsabilidad y bajo supervisión médica. Pero no son una solución permanente ni una excusa para evitar tomar el control de tu salud. El verdadero éxito radica en utilizarlos como un puente hacia un estilo de vida más saludable y sostenible.
Si decides probarlos, asegúrate de estar bien informado, ser disciplinado y tener un plan claro para cuando termines el tratamiento. Porque, al final, el mejor aliado en tu camino hacia una vida más saludable eres tú.
¿Son la semaglutida o la tirzepatida para tí?
La respuesta depende de tus circunstancias individuales. Si has probado cambios en tu alimentación y estilo de vida sin obtener los resultados deseados, esta opción puede ser una herramienta útil para avanzar en tu camino hacia una mejor salud. Pero recuerda, nadie tiene un cuerpo igual al de otra persona, y los resultados dependerán de tus propias condiciones y esfuerzos.
Mi objetivo es ayudarte a comprender que perder peso no es solo una cuestión de voluntad. Hay múltiples factores en juego, y estos medicamentos pueden ser un complemento poderoso, pero siempre deben formar parte de un plan integral.
Como conclusión, quiero resaltar que los fármacos para la pérdida de peso, como la semaglutida o la tirzepatida, pueden ser herramientas eficaces para perder peso, pero no son la solución mágica ni exenta de desafíos. Es importante tener en cuenta que, aunque estos fármacos pueden ser seguros a largo plazo y ofrecen resultados notables en términos de pérdida de peso, también vienen acompañados de ciertos efectos adversos, como náuseas, vómitos, estreñimiento y caída del cabello.
Además, es fundamental entender que la pérdida de peso que se experimenta con estos fármacos no se limita solo a la grasa, sino que también implica una significativa pérdida de masa muscular. Y este es un aspecto crucial, ya que la masa muscular es vital para mantener nuestra salud metabólica y funcional. Por eso, si decides utilizar estos fármacos, es esencial acompañarlos de una dieta rica en proteínas y un programa de ejercicio físico que priorice la fuerza y la resistencia, con el fin de proteger y mantener la masa muscular.
Acompaña la dieta y el ejercicio con proteína: ¿Por qué es necesaria la proteína?
El cuerpo humano está formado por casi un 20 % de proteína: de hecho, está presente en todas y cada una de nuestras células, por lo que se trata de un macronutriente esencial para todas las personas.
Esta desempeña un papel fundamental en el crecimiento de la masa muscular y el mantenimiento de los huesos1,2. Es fundamental para garantizar que nos sintamos fuertes y resistentes.
Si te cuesta comer proteína suficiente para mantener tu masa muscular, puedes probar con suplementos de proteína:
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Principales ventajas de Impact Whey Protein:
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También es importante que, antes de iniciar cualquier tratamiento, se valore la cantidad de masa muscular y la fuerza que tienes, ya que no todas las personas son iguales. Algunas personas pueden beneficiarse más de estos fármacos que otras, dependiendo de su composición corporal.
Si quieres aprender a adelgazar sin esfuerzo, te diré que es solo cuestión de hábitos, y que con mi programa anual de coaching nutricional lo puedes conseguir como yo lo he hecho. ¡Acompáñame para mejorar tu vida!