Saltar al contenido

¿Por qué la Grasa No Es Mala?

22 diciembre, 2025
No tengas miedo a comer grasa

Descubre el Método para Adelgazar Sin Darte Cuenta. Pierde peso de forma natural, sin dietas estrictas ni efecto rebote

¿Cansado/a de probar dietas que no funcionan? En este eBook encontrarás una recopilación de mis consejos básicos y favoritos para perder peso de forma sostenible, sin pasar hambre ni seguir planes complicados. Si estás cansado de intentar dietas que no funcionan y quieres una solución real para perder peso sin sufrir, este curso es para ti. Aprende a mejorar tu relación con la comida y adopta hábitos saludables que te ayudarán a alcanzar tu peso ideal sin restricciones.

Qué aprenderás:

  • Estrategias para adelgazar sin darte cuenta.
  • Hábitos simples que puedes integrar en tu día a día.
  • Consejos para mantener la motivación sin frustrarte.
  • Claves para evitar la ansiedad por la comida.
  • A cocinar sin complicarte
  • eBook Guía Básica Adelgazar sin darte cuenta

    Y no te pierdas el capítulo de hoy:

En el artículo de hoy me lanzo en defensa del consumo de grasas saludables como fuente principal de energía, desafiando la idea de eliminarlas por completo y criticando las grasas vegetales procesadas. Explicaré en detalle el estado de cetosis, que se logra mediante la reducción drástica de carbohidratos y el aumento de grasas y proteínas, destacando sus beneficios como el aumento de la saciedad y la energía.

Finalmente, veremos los peligros del efecto rebote si no se maneja correctamente la reintroducción de carbohidratos, y se promueve la dieta cetogénica como una herramienta útil para la pérdida de peso y para facilitar el hábito del ejercicio físico.

Así que os voy a dar a conocer 5 Revelaciones Sobre la Grasa y la Dieta que Cambiarán Tu Forma de Comer

Durante décadas, nos han dicho que la grasa es el enemigo público número uno de nuestra salud. La frase «bajo en grasa» se convirtió en sinónimo de «saludable», llenando los estantes de los supermercados y nuestras mentes con la idea de que eliminar la grasa era el camino hacia el bienestar. Pero, ¿y si esa creencia, tan arraigada, estuviera fundamentalmente equivocada?

Este artículo explora cinco verdades sorprendentes sobre el papel de la grasa en nuestra dieta, basadas en una perspectiva que desafía la sabiduría convencional. Prepárate para descubrir por qué la grasa no solo es necesaria, sino que puede ser la clave para sentirte más saciado, con más energía y en control de tu alimentación.

Partimos de la idea de que el cuerpo utiliza la grasa como su principal fuente de energía. Por esta razón, reducir a cero el consumo de grasa es considerado necio y absurdo, ya que es esencial para el funcionamiento corporal.

Para elaborar este artículo me he documentado mucho, y uno de mis escritores favoritos es Luis Jimenez, podéis aprender mucho sobre cómo alimentaros bien en cualquiera de sus libros:

1. La grasa no es tu enemiga, es tu combustible principal

La idea de eliminar por completo la grasa de nuestra dieta es uno de los mayores malentendidos en la nutrición moderna. Lejos de ser un villano, la grasa es la fuente de energía principal y preferida de nuestro cuerpo. Creer que se debe reducir su consumo a cero no solo es innecesario, sino que, como dice el refrán, es sencillamente necio y absurdo.

Tenga en cuenta que la principal fuente de energía de nuestro cuerpo es la grasa. Así que qué sentido tiene reducir el consumo de grasa a cero. Es como si tuvieras un automóvil y pretendes dejar de echarle gasolina por cualquier argumento falaz.

Esta idea es poderosa porque cambia por completo el enfoque. La conversación ya no se trata de evitar la grasa, sino de entender su función crucial y aprender a elegir el tipo de combustible adecuado para que nuestro cuerpo funcione de manera óptima.

2. No toda grasa «vegetal» es automáticamente saludable

Hemos sido condicionados a creer que cualquier producto de origen vegetal es inherentemente superior, pero esta es una de las grandes falacias de la nutrición actual. El marketing nos ha vendido la idea de que las grasas vegetales son siempre la opción más sana, pero la realidad es mucho más compleja.

Una de las grandes falacias de la actualidad en manera de alimentación es que si el origen de un producto es vegetal es automáticamente mejor y nada más alejado de la realidad.

Muchas grasas vegetales populares, como la margarina, el aceite de girasol, el de soja o el de maíz, se producen mediante procesos industriales que incorporan químicos poco beneficiosos para nuestra salud. En contraste, existen grasas excelentes y de origen natural que deberíamos priorizar: el aguacate, los frutos secos, el aceite de oliva, el aceite de coco e incluso grasas animales. Y aquí es donde la verdad se vuelve realmente sorprendente: es mucho más sano un plato de bacon (tocino) que un plato de patatas fritas cocinadas en aceites vegetales procesados. Este simple hecho nos obliga a mirar más allá de las etiquetas y a cuestionar el origen real de lo que comemos.

3. ¿Sientes hambre todo el tiempo? La solución podría ser comer más grasa, no menos

Si luchas constantemente contra los antojos, la causa podría no ser la falta de voluntad, sino la falta de grasa y proteína en tu dieta. Un plan de alimentación rico en estos dos macronutrientes es la clave para una saciedad duradera, combatiendo esa «falsa sensación de hambre constante» que muchos experimentan. Este ciclo vicioso no solo es producto del consumo excesivo de carbohidratos, sino también de «el mal hábito de comer poco muchas veces al día».

Comiendo más grasa, tendrás una constante sensación de saciedad, por lo que sentirás cada vez menos esa falsa sensación de hambre constante que produce… el consumo constante y en grandes cantidades de carbohidrato.

Mientras que los carbohidratos de la pasta, el arroz o las patatas se procesan rápidamente y nos dejan con hambre al poco tiempo, la grasa y la proteína nos mantienen llenos y satisfechos por más horas. Comprender esto puede liberarte del ciclo agotador de picar entre comidas y sentir que nunca estás realmente saciado.

¿Cómo influye el consumo de grasa en el cuerpo para la saciedad y energía?

La grasa influye significativamente en el cuerpo tanto para la saciedad como para la energía, siendo considerada la principal fuente de energía de nuestro organismo,. Reducir su consumo a cero es necio y absurdo, ya que es esencial para el funcionamiento corporal,.

A continuación, se detalla la influencia del consumo de grasa en estos dos aspectos:

Influencia en la Energía

1. Fuente Principal de Energía: El cuerpo utiliza la grasa como su fuente principal de energía,.

2. Aumento de Energía mediante Cetosis: Al reducir el consumo de carbohidratos y aumentar el consumo de grasas y proteínas (como en una dieta cetogénica), el cuerpo quema muchísima grasa y se experimenta un aumento de energía,,,. En este estado de cetosis, la sensación de más energía va de la mano con la necesidad de consumirla, lo que facilita enormemente la creación de un hábito de entrenamiento,,,.

3. Dependencia de Carbohidratos: Si se mantiene un consumo mínimo de carbohidratos (o glucógeno), el cuerpo tomará energía de los hidratos de carbono y no recurrirá a la grasa para producir energía,.

Influencia en la Saciedad

1. Generación de Saciedad: El cuerpo utiliza la grasa para generar una sensación de saciedad,.

2. Reducción del Hambre Constante: El incremento en el consumo de grasa y proteínas activa los cuerpos cetónicos y mejora la respuesta mitocondrial, lo que resulta en una constante sensación de saciedad,. Esto minimiza la necesidad física de comer tan seguido y reduce la «falsa sensación de hambre constante» que a menudo es producida por el mal hábito de comer pequeñas cantidades muchas veces al día o por el alto consumo de carbohidratos,,,.

3. Mayor Capacidad de Llenura: La grasa llena mucho más que los carbohidratos como la pasta, el arroz o las patatas,. El problema de consumir estos hidratos de carbono es que desaparecen del organismo mucho antes, provocando que el hambre regrese rápidamente,.

Tipos de Grasa Recomendadas

Es importante consumir grasa buena y no excederse en frituras,. Las fuentes de grasa más saludables y de origen natural incluyen,:

  • Frutas como el aguacate.
  • Los frutos secos.
  • El aceite de oliva y el aceite de coco.
  • Grasas animales, como el tocino de cerdo cocido (beicon/tocino de cerdo),.

Se debe evitar el consumo de grasas vegetales como la margarina o el aceite de girasol, ya que la producción de estos aceites (como los de girasol, soja o maíz) incorpora una cantidad de químicos que no son beneficiosos para el cuerpo,. La idea de que un producto es mejor automáticamente por ser de origen vegetal es una falacia,.

4. La dieta keto puede darte más energía para entrenar, (no menos)

Un mito común sobre las dietas bajas en carbohidratos es que te dejan sin energía para hacer ejercicio. La realidad es sorprendentemente diferente. Al adaptar el cuerpo para que use la grasa como combustible (un estado conocido como cetosis), no solo se experimenta un aumento de energía, sino que también puede surgir una necesidad casi innata de moverse y gastarla. Este estado contrasta fuertemente con la letargia que a menudo acompaña a una dieta alta en carbohidratos, descrita acertadamente como una «pereza eterna pegada a las posaderas».

Crear un hábito de entrenamiento en este estado de cetosis es muchísimo más fácil que con una pereza eterna pegada a las posaderas por comer hidratos de carbono.

Para cualquiera que luche por encontrar la motivación, sin darle tantas vueltas al asunto, sin estar posponiendo para cada lunes el inicio del entrenamiento, este impulso de energía puede ser el cambio de juego que necesita. En lugar de tener que forzarte a entrenar, tu propio cuerpo te pide que te muevas.

5. No todas las dietas «bajas en carbohidratos» te ponen en cetosis

Aquí yace una de las mayores confusiones. Mucha gente cree que simplemente reduciendo el pan y la pasta ya está haciendo una dieta cetogénica, pero no es tan simple. Una dieta «baja en carbohidratos» puede seguir proporcionando suficiente glucosa (a través de frutas como el plátano, por ejemplo) para que tu cuerpo la siga usando como su principal fuente de energía. En ese escenario, no quemarás grasa de forma eficiente porque tu cuerpo no necesita recurrir a las cetonas.

Para entrar en un verdadero estado de cetosis, la restricción de carbohidratos debe ser mucho más estricta: generalmente, menos del 20% del total de tu dieta o unos 20 gramos al día. Solo entonces tu cuerpo hará el cambio metabólico fundamental de quemar glucosa a quemar grasa como combustible principal. Saber esta diferencia es clave para entender por qué algunas dietas «low-carb» no producen los mismos efectos energéticos o de quema de grasa que una dieta cetogénica bien formulada.

¿Qué diferencia fundamental existe entre una dieta cetogénica estricta y una baja en carbohidratos?

La diferencia fundamental entre una dieta cetogénica estricta y una dieta baja en carbohidratos radica en el grado de restricción de carbohidratos y el estado metabólico que se busca alcanzar.

Los puntos clave que distinguen a ambas dietas son:

1. Consumo de Carbohidratos y Cetosis:

    ◦ Dieta Cetogénica: Para entrar en cetosis (un estado corporal que se logra con las dietas cetogénicas), es necesario eliminar los hidratos de carbono. Una dieta cetogénica requiere que se consuma menos de un 20% de la dieta habitual, o 20 gramos por cada 100 gramos, de hidratos de carbono; el resto debe ser, sobre todo, grasa y proteínas.

    ◦ Dieta Baja en Carbohidratos (Saludable): Una dieta simplemente baja en hidratos de carbono (que podría consistir en reducir el consumo de carbohidratos a un 20-25% de la dieta) no resultará en cetosis. Si se siguen consumiendo hidratos de carbono, incluso como fruta, el cuerpo seguirá obteniendo energía gracias a ellos.

2. Fuente de Energía Corporal:

    ◦ Dieta Cetogénica: Al eliminar los hidratos de carbono de forma estricta, el cuerpo recurre a la grasa y a las cetonas para conseguir energía.

    ◦ Dieta Baja en Carbohidratos: En este tipo de dieta, el cuerpo no pasará a quemar grasa ni a recurrir a las cetonas para conseguir energía, ya que seguirá obteniéndola de los hidratos de carbono. Si existe un mínimo de glucógeno en el cuerpo (que se recarga con el consumo de carbohidratos, incluso de algunas frutas como el plátano o banana), el cuerpo tomará energía de esos hidratos de carbono y no quemará grasa para producir energía.

En resumen, la dieta cetogénica busca intencionalmente forzar al cuerpo a utilizar grasa como su fuente principal de energía (produciendo cetosis) mediante una restricción extrema de carbohidratos (menos del 20%), mientras que una dieta simplemente baja en carbohidratos reduce la ingesta, pero aún permite que el cuerpo obtenga energía de los hidratos de carbono, lo que evita que entre en el estado de cetosis.

Adelgazar no depende de una fórmula mágica, sino de un enfoque integral, con hábitos sostenibles, alimentos reales, ejercicio regular y una mentalidad enfocada en el autocuidado. Este artículo y el libro en el que se basa te invitan a dejar de lado los atajos y comprometerte con lo que de verdad funciona.

No se trata de pasar hambre ni de contar calorías eternamente, sino de comprender cómo funciona tu cuerpo y alimentarlo de forma inteligente.

Si quieres dar el paso, estaré encantada de acompañarte.

Conclusión: Una Nueva Perspectiva Sobre Tu Plato

Estas cinco revelaciones nos invitan a reevaluar todo lo que creíamos saber sobre la grasa. Lejos de ser un enemigo, es un combustible esencial, una herramienta para la saciedad y una fuente de energía inesperada. Al entender que no todas las grasas son iguales, que su función va más allá de lo que nos han contado y que la cetosis es un estado metabólico específico, podemos tomar decisiones más inteligentes y liberadoras para nuestra salud.

Es hora de dejar atrás el miedo y empezar a ver nuestro plato con una nueva perspectiva.

Después de todo, ¿y si el verdadero villano en nuestra dieta no es la grasa que hemos temido, sino los carbohidratos que hemos consumido sin pensar?

1 2 3

CONSIGUE consejos prácticos para adelgazar cada semana.

y el Primer Planificador Saludable de MI MODO DE VIDA

¡No hacemos spam! Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.